1985, el año en el que el terremoto sacudió a México. Los 80´s tan cómicos como mágicos. La década en la que tener una carrera técnica como Secretaría Ejecutiva era el consuelo de muchas por no tener acceso a una educación universitaria.
En este contexto se desarrolla la historia de “Los hijos también lloran” puesta teatral que se presenta en el Teatro Milán, y que no te puedes perder, queda todavía una semana para que la disfrutes.
La obra fue escrita por Andrés Zuno, que primero plasmó su historia en un libro: “Arkhé: los hijos también lloran” y luego la trasladó a esta puesta en escena en donde nos permite acercarnos a la complejidad que se deriva de la relación madre- hijo, al impacto que le causan los conflictos personales de la vida personal y amorosa de sus padres y el acercamiento a la muerte cuando era apenas un niño.
Es inevitable no identificarse si el crepe que luce Ludwika Paleta nos remonta a las fotos que con nostalgia miramos para recordar ese pasado que alivia mientras la melancolía no pese. Y cómo no querer llorar con esta gran actriz, si al mirar sus lágrimas en aquellos ojos azules y profundos cuando siente que la situación la ha rebasado y ha perdido a su pareja -que bien o mal era su soporte- y además aparentemente perdió el conocimiento sobre cómo ser madre.
En Andrés, un niño que podríamos pensar que tiene la tragedia en sus hombros , podemos ver el resurgimiento de los sueños por encima de las vicisitudes; la inocencia y el amor en su esencia más pura.
Y es que el conflicto en la pareja, el machismo, la opresión por parte de los múltiples actores de este mundo en contra de la mujer, “el antiguo” rol de género que representa una parte de la idiosincrasia mexicana no es tema fácil de tratar, pero con un toque melodramático sarcástico y humor negro, nos hace sentir un poco menos incómodos por derramar lágrimas y aventarnos a carcajadas cuando vemos una escena de drama de la que tal vez fuimos parte siendo niños.
Los invitamos, así a descubrir cómo Andrés, siendo un pequeño ser inocente pudo convertir toda una historia de caos en un espectáculo para cantar y soñar y tomar entre sus riendas el destino, porque si bien nadie enseña a ser padre o madre, mucho menos a cargar con la tristeza y la muerte cuando eres hijo.
¡No te la puedes perder! y apúrate porque está en sus últimas funciones.
Horarios:
Viernes 21:00 hrs.
Sábados 18:00 y 20:00 hrs
Domingo 17:30 y 19:15 hrs
Aquí puedes comprar los boletos