Desde hace un par de semanas hemos hablado que en época de cambios lo mejor es procurarnos lo mejor posible. Pareciera que conforme vamos creciendo las ocupaciones y responsabilidades de “adulto” nos hacen olvidarnos de los cuidados más esenciales para estar bien en cuerpo y alma.
Y es que para mantener nuestro centro, a veces solo necesitas cuidar de cuatro aspectos básicos : comer saludablemente, dormir bien, hacer algo que te haga feliz, es decir, que te de tranquilidad, (puede ser leer caminar, bailar, meditar, escribir o cualquier actividad que encienda tu alma) y el plus ejercitarnos al menos cuatro veces a la semana
Aunque de estos hábitos se habla casi todo el tiempo, muy pocos nos aseguramos de hacernos tiempo y voluntad para integrarlos en nuestra vida diaria. Pero si tú como nosotros ya no quieres más pretextos y quiere ideas para iniciar el cambio, aquí van los tips:
-
Date la oportunidad de fallar
Sí, aunque se escuche raro, tienes que ser flexible y tener claro que te costará trabajo y te sentirás incomoda, y por eso mismo tienes derecho y puedes fallar. No hablamos de tirar la toalla, hablamos de que la vida es muy ajetreada y si las nuevas estructuras que estás cimentando de pronto te aprietan, date la oportunidad de hacer un día un poco menos de ejercicio, o de faltar o simplemente darte un respiro.
-
Establece metas pequeñas
Es mucho más efectivo que inicies por hacer cambios pequeños e incorpores tus nuevos hábitos de a poco, a que busques estar dos horas en el gym de la noche a la mañana. Busca encontrarte en el ritmo que a ti te favorezca y paulatinamente ve haciendo un poco más. Te reconfortará ver tus pequeños logros, hasta que llegue un punto en que mires atrás y el avance sea realmente considerable.
-
Otórgate recompensas acorde a tu plan de avance
Se vale darte premios y es totalmente efectivo. Sólo sé totalmente congruente y si tu objetivo es bajar de peso no te premies con todo un fin de semana de comida chatarra, si puedes salirte del régimen pero no excederte.
-
Visualiza el proceso y el resultado
Creerlo es hacerlo. Empieza por creer que eres capaz y que lo vas a lograr. Visualiza qué es lo que quieres conseguir y cómo te sientes en el proceso de lograrlo, de esa manera puedes comenzar a materializarlo.
-
Disfruta el proceso
Para que lo logres tienes que buscar alternativas que si bien, no serán miel sobre hojuela, sean en cierto grado cómodas y que puedas disfrutar, si te exiges demasiado o haces alguna actividad que de plano no va contigo lo único que conseguirás es desistir muy pronto.
Sé tu mejor porrista y anímate a emprender el camino hacia la creación de tu mejor versión, la versión que TÚ quieres.